Copa Mundial de la FIFA Uruguay 1930

1 05 2010

ON AIR/INTERNACIONAL/FUTBOL/MUNDIAL

Equipos: 13

Cuándo: 13 julio 1930 hasta 30 julio 1930

Final: 30 julio 1930

Partidos: 18

Goles: 70 (promedio de 3.9 por partido)

Asistencia: 434500 (promedio de 24138)

Ganador: Uruguay

Segundo: Argentina

Tercero: Estados Unidos

Cuarto: Yugoslavia

Bota de Oro: Guillermo STABILE (ARG)

La decisión de la FIFA de celebrar la primera Copa Mundial de la FIFA™ en Uruguay no suscitó el entusiasmo general, ya que Europa estaba inmersa en una crisis económica y la participación en un Mundial celebrado en otro continente hacía necesario un largo desplazamiento por mar. Además, para algunos clubes suponía no poder contar con sus mejores jugadores durante dos meses, un problema que todavía existe en la actualidad.

La organización de la primera Copa Mundial de la FIFA™ fue muy diferente de las actuales: no hubo fase clasificatoria, las trece selecciones participantes fueron invitadas por la organización y el sorteo se celebró cuando todos los equipos ya se encontraban en Uruguay.

Francia se enfrentó a México en el partido de apertura y logró una victoria por 4-1, pero la primera final de una Copa Mundial enfrentó a la selección anfitriona y a sus vecinos de Argentina. Tras ir perdiendo por 2-1 al final de la primera mitad, Uruguay logró imponerse por 4-2 y adjudicarse la copa diseñada por el escultor francés Abel Lafleur.

La primera Copa Mundial de la FIFA™ y las primeras leyendas del fútbol

Aunque el fútbol nació oficialmente en 1904 con la fundación de la FIFA, no fue hasta 1924 y los Juegos Olímpicos de París cuando alcanzó realmente proyección internacional. Allí, por primera vez, equipos de otros continentes se enfrentaron a las selecciones europeas. El torneo tuvo un éxito sin precedentes: 50.000 espectadores acudieron a la final, que terminó con la victoria de Uruguay sobre Suiza. Sin embargo, en 1928, muchas naciones decidieron no asistir a los Juegos Olímpicos de Amsterdam, y quedó claro que había llegado el momento de crear un torneo de fútbol independiente, especialmente a la vista del crecimiento del fútbol profesional. El 26 de mayo de 1928, en Amsterdam, el congreso de la FIFA votaba el nacimiento de un nuevo torneo, que se organizaría en 1930 y estaría abierto a todos los países miembros. El 18 de mayo de 1929, el congreso de Barcelona decidió que Uruguay sería la primera nación anfitriona de una Copa Mundial de la FIFA™.

En su calidad de campeona olímpica, y en vista de que en 1930 se celebraban los cien años de su independencia, se consideró apropiado elegir a Uruguay como nación organizadora del primer torneo. Aunque la noticia fue acogida con agrado en todo el mundo futbolístico, muchos países europeos se mostraron reticentes a cruzar el Atlántico, un viaje largo, agotador y costoso, por lo que un gran número de federaciones europeas incumplió su promesa de participación. Dos meses antes de la fecha prevista para el inicio del torneo, ninguna nación europea había confirmado su asistencia. Gracias a los esfuerzos personales de Rimet, por lo menos cuatro delegaciones partieron el 21 de junio de 1930 desde Villefranche-Sur-Mer: Bélgica, Francia y Rumanía viajaron en el navío «Conte Verde», mientras Yugoslavia lo hizo en el «Florida». Llegaron a Río de Janeiro el 29 de junio y, finalmente, recalaron en Montevideo el 4 de julio.

Un rotundo éxito deportivo

La primera Copa Mundial de la FIFA™ sólo atrajo a trece naciones: cuatro europeas, ocho latinoamericanas y un equipo representante de Estados Unidos. Sin embargo, sobre el terreno de juego, la calidad del fútbol desplegado fue muy alta y, aunque el público esperaba ver un dominio del fútbol sudamericano, los europeos no fueron meros comparsas, como lo atestigua el caso de Francia, que venció a México por 4-1 y a punto estuvo de vencer a Argentina, tras una épica batalla, aunque cayó derrotada por 1-0. El colegiado, que había pitado el final del partido seis minutos antes, finalmente, y tras numerosas protestas, hizo volver a los jugadores al terreno de juego, aunque algunos de ellos ya estaban en la ducha.

Primera final, primera leyenda

Unos días más tarde, en el espectacular estadio del Centenario (con capacidad para 100.000 espectadores), saltaban chispas mientras la hinchada local esperaba para presenciar la final sudamericana entre Uruguay y Argentina. En el descanso, los uruguayos perdían por 2-1, pero lucharon hasta la extenuación para lograr tres goles y terminar venciendo por 4-2. El Presidente de la FIFA, Jules Rimet, entregó el trofeo «Victoire aux Ailes d’Or«, una estatua de 30 cm de altura, fabricada en oro y con un peso de 4 kg, al capitán uruguayo, José Nazassi. Las celebraciones se prolongaron en Montevideo durante varios días y varias noches y el día después de la victoria, el 31 de julio, se decretó fiesta nacional. ¡Ya estaba en marcha el torneo más prestigioso del fútbol mundial y había quedado oficialmente proclamado el carácter universal de este deporte!

SABIAS QUE?

En la final, Argentina se marchó al descanso con un tanteo favorable de 2-1 después de jugar con el balón que había elegido, pero la introducción de un esférico uruguayo en la segunda mitad propició la reacción de los charrúas y su victoria final por 4-2.

Ambas semifinales acabaron con el mismo resultado: 6-1. El 26 de julio Argentina venció a Estados Unidos por ese marcador y, un día más tarde, Uruguay hizo lo propio ante Yugoslavia.

Rumania, cuyo equipo fue seleccionado por el Rey Carol II, tardó sólo 50 segundos en marcar en su estreno mundialista ante Perú, a quien derrotó por 3-1.

El Argentina-Chile del Grupo 1 enfrentó a los dos seleccionadores más jóvenes de la historia del certamen: Juan José Tramutola, de 27 años, y Gyorgy Orth, de 29.
 
Sólo tres estadios, todos ellos situados en Montevideo, albergaron los partidos: la menor cantidad de la historia. En el torneo de 2002 se emplearon 20 estadios distintos, todos ubicados en ciudades diferentes.
 
FUENTE: FIFA.COM




Mourinho: «Nunca dirigiré a Barça»

29 04 2010

ON AIR/INTERNACIONAL/FÙTBOL 

BARCELONA — El entrenador de Inter de Milán, el portugués Jose Mourinho, que este miércoles apeó al Barcelona de la final de la Champions League al perder por la mínima en el Camp Nou (1-0), cada vez tiene más claro que no se sentará nunca en el banquillo del club azulgrana, con el que protagonizo un nuevo episodio de su largo desencuentro. 

«Tampoco soy tan estúpido para pensar que este odio se puede transformar en amor. Yo respeto mucho al Barça, nunca olvidaré lo que me dio los cuatro años que estuve aquí, pero se ha creado alrededor mío algo que ya creo que es imposible transformar en positivo, y está claro que acabaré mi carrera sin entrenar al Barça», sentenció a la conclusión del partido.Mourinho ironizó sobre la animadversión que el aficionado del Barcelona tiene hacia su persona: «Figo ya puede venir a Barcelona tranquilo, porque ahora el enemigo público número uno soy yo».  

En lo referente al partido, el entrenador portugués calificó la derrota que este miércoles sufrió su equipo (1-0), como la más dulce de su carrera, ya que ésta le clasifica para la final que se disputará en el madrileño estadio Santiago Bernabeu.»Es la derrota más bonita de mi vida, aunque creo que mis jugadores merecían un 0-0, porque han hecho un partido espectacular desde el punto de vista de la organización defensiva», manifestó.  

Mourinho excusó el inexistente juego ofensivo de su equipo, en la lesión de Pandev, primero, y en la expulsión de Motta, después: «Tuve que poner a Chivu, que es más defensivo, porque Pandev no estaba en condiciones de jugar, y sin él equipo pierde peso ofensivo. Luego, con diez hombres, lógicamente nuestras posibilidades de crear y marcar prácticamente se habían reducido a cero».El técnico de Inter destacó que, ante tanta adversidad «cualquier otro equipo sin organización ni espíritu táctico habría sufrido cuatro o cinco goles» contra un equipo como Barcelona, y explicó por qué sus hombres renunciaron a cualquier posibilidad de elaborar algo de juego ofensivo.  

«Nosotros no queremos la pelota, porque el Barcelona presiona, cuando presiona, recupera, y cuando la recupera, tu ya has perdido la posesión», argumentó.El preparador portugués restó importancia a los incidentes del final del partido entre algunos de sus jugadores y los de Barcelona y también a su celebración, que fue recriminada por el portero local, Víctor Valdés.  

En este sentido, Mourinho apuntó que «quien gana tanto, no sabe perder» y dejó claro que en ningún momento se dirigió a la afición azulgrana tras finalizar el partido. «Valdés pensaba que lo estaba festejando de manera negativa contra el público, pero yo lo estaba celebrando con los aficionados del Inter que estaba en aquella zona», se justificó.FUENTE: ESPN DEPORTES





Inter hizo su negocio en Camp Nou y es finalista de la Champions

29 04 2010

ON AIR/INTERNACIONAL/FÚTBOL

BARCELONA (EFE) — Un gol de Gerard Piqué, a seis minutos para la conclusión, alimentó la esperanza del Barcelona de alcanzar su sueño y clasificarse para la final de la UEFA Champions League en el Bernabeu, pero su tanto fue insuficiente frente a un ultradefensivo Inter de Milán (1-0), que jugó con uno menos desde el minuto 28 por la expulsión de Thiago Motta.

Piqué se revolvió en el área y batió a Julio César en el minuto 84. Fue una victoria estéril ante el Inter de Mourinho, un equipo que hizo su trabajo en la ida, que salió a defender desde el primer minuto y que aún tuvo más claro cómo iba a jugar cuando se quedó sin Motta.

El sueño de jugar la final de la Champions en el Bernabéu duró diez minutos, los que transcurrieron desde el tanto de Piqué hasta que el árbitro pitó el final. Antes, Bojan vio cómo le anularon un gol por mano previa de Touré Yayá. 

Vividos partidos épicos a distancia, como el gol de la pasada temporada en las semifinales en Stamford Bridge o la goleada en el Bernabéu, los aficionados barcelonistas crearon el ambiente necesario para llevar en volandas a los suyos, aunque a los locales les faltó fútbol. 

El Barça necesitaba una remontada en casa, pero no fue posible. En el recuerdo míticos partidos históricos ante el Anderlecht, el Göteborg o el Dynamo Kiev. 

A pesar de ello, al Barcelona no se le vio sobrexcitado, jugó con paciencia, buscando siempre la mejor solución, esperando alguna aparición de Leo Messi, pero, sobre todo, consciente de que no podía errar en el centro, para impedir las contras del rival. 

Como en otros muchos encuentros, Guardiola sorprendió desde la alineación. No pudo recuperar a Eric Abidal, aún lesionado, pero no jugó con Maxwell de lateral zurdo, así que, como en la final de la Champions del año pasado, puso a Touré Yaya de central y Gabi Milito de central. 

Controló el juego, pero el Barça no acababa de funcionar, incapaz de superar el embudo creado por Mourinho, seguramente porque su velocidad de balón no era la adecuada. 

El guión era el previsto: abrumadora posesión de los locales y un rival agazapado. A pesar de ello, los azulgranas no tuvieron muchas ocasiones en el primer tiempo, sólo un par de remates de Pedro (m.3 y m.23), pero sobre todo un magnífico disparo de Leo Messi (m.33) salvado por Julio César. 

Y eso cuando el Inter ya jugaba con diez. Thiago Motta, en una acción ridícula, fue expulsado en el minuto 28. El ex-barcelonista, que en la víspera había criticado a sus antiguos compañeros por «piscineros», vio una amarilla por una entrada sobre Messi, pero se superó en una jugada ante Sergio Busquets. 

En una acción en el centro del campo, teniendo él la posesión, le dio un manotazo al centrocampista del Barcelona. Cuando el árbitro lo expulsó, zarandeó a Busquets, lo tomó por el cuello y tuvo que ser separado por sus compañeros. 

Si antes de esa acción, el Inter jugaba muy retrasado, después estacionó el autobús junto a la meta de Julio César. No tenía, sin embargo, soluciones el Barça. Con tanta densidad de jugadores en el centro, los de Guardiola no encontraban espacios, y tampoco buscaron proyectarse demasiado por las bandas. 

El Barcelona, que había pedido ser el Barcelona en la víspera, no lo fue. Maniatado en el primer tiempo, sin muchos más recursos en la reanudación, a pesar de que Guardiola intentó que su equipo tuviera más profundidad por las bandas con la entrada de Maxwell y de Jeffren, o más picante arriba tras poner en juego a Bojan. 

Pero ni las ocasiones llegaban, ni el juego del equipo catalán invitaba al optimismo. El Barça se perdió sin creación, a pesar de los intentos de Xavi, el que más participó en todo el partido, y también de Leo Messi, en tierra de nadie, sin capacidad para desbordar a tantos rivales. 

En el fondo, al Inter pareció irle bien la expulsión de Motta. Supo que tenía que defender desde muy pronto y se acomodó a la situación, consciente de sus limitaciones, mientras los locales se desesperaban, perdidos en la telaraña de Mourinho.

Puso más madera en juego Guardiola con la entrada de Bojan por Ibrahimovic (63) y también con Jeffren por Busquets, pero el juego del Barcelona no estaba lo afinado que se precisaba para sorprender a los lombardos. 

El Inter, pelotazo va, pelotazo viene; continuas pérdidas de tiempo, jugadores desplomados en el suelo ante el mínimo contacto del rival, fue rebañando segundos al reloj, el típico partido de siempre de los italianos, creadores del Catenaccio y también de argucias para perder tiempo. 

Sin apenas ocasiones, el partido se plantó en el minuto 82. Bojan no acertó, en un remate de cabeza en el segundo palo que podría haber sido definitivo, hasta que apareció Piqué, en una acción dentro del área. 

El central recortó a Córdoba y a Julio César y marcó el 1-0 en el minuto 84. Desde entonces hasta el 94, por los cuatro minutos que añadió el árbitro, el Barça se volcó. 

Lo intentó Xavi, también Messi, y de nuevo Bojan, pero sin precisión. El 1-0 fue insuficiente, el barcelonismo se quedó sin el sueño de jugar una Champions en el Bernabéu, el Inter volverá a una final de la máxima competición continental, una Copa que no levanta desde 1965. 

FUENTE: ESPN DEPORTES




Guardiola cree que el trabajo defensivo del Inter frenó opciones del Barça

29 04 2010

ON AIR/INTERNACIONAL/FÚTBOL

El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, felicitó este miércoles al Inter de Milán por su clasificación para la final de la Liga de Campeones pese a perder 1-0 en la vuelta de las semifinales y consideró que «han defendido muy bien».

«Lo hemos intentado todo. Intentamos entrar por el centro, de pasar por las bandas pero han defendido muy bien», aseguró Guardiola, quien felicitó al Inter por la final.

«Eto’o y Milito casi jugaron de laterales lo que hacía una línea defensiva de seis. Se cerraron mucho por dentro y despejaban lejos el balón. No había esa continuidad en el juego que queríamos», añadió el entrenador azulgrana.

«Les he dicho a los jugadores que han tenido un buen recorrido en Liga de Campeones. Hemos llegado a semifinales con opciones de ir a la final. Ahora hay que reaccionar en la Liga, nos quedan cuatro partidos para terminar la temporada», dijo Guardiola.

Fiel a su estilo, el entrenador del Barça aseguró que «los jugadores que jugaron (este miércoles) lo han dado todo» y agradeció el apoyo del público.

FUENTE: LA TRIBUNA DEL FUTBOL